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Dolor de espalda

¿Quién no ha tenido en su vida un dolor de espalda?... Los dolores de espalda son muy frecuentes y en ocasiones pueden deberse a malas posturas, falta de ejercicio, estrés y muchas veces se debe a problemas de la columna vertebral. En todos casos, la práctica del yoga va a acompañar la medicina alopática, alternativa, para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen dolores crónicos o agudos.

Es importante diferenciar entre el dolor de espalada agudo y el dolor de espalada crónico.

El dolor de espalda es uno de los problemas médicos más comunes, puede ser constante y silencioso o súbito e intenso. Cundo las molestias perduran por mas de tres meses se considerará médicamente un problema crónico.

 

Desde el sistema nervioso central se emiten órdenes a diferentes partes del cuerpo, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Cuando aparece una patología en nuestra columna vertebral, los electroimanes que conectan nuestras acciones desde el sistema nervioso hasta los nervios periféricos, comienzan a trabajar de forma no armoniosa, es decir, trabada o bloqueada, creando stress en todo el sistema.

 

El dolor es una reacción a las señales transmitidas por nuestro cuerpo. Estas señales se transmiten desde la fuente de dolor, gracias a los nervios, que se encuentran interconectados desde la cabeza hasta los pies, esta reacción, es decir el dolor, es percibido por el cerebro.

Por lo tanto, el dolor, es la única manera que posee nuestro cuerpo para “notificarnos” que algo no va del todo bien, por esto, es necesario poder estar atentos.

 

Estas son algunas de las patologías más comunes que se pueden mejorar mediante la práctica de yoga.
 

Distintas Patologías

 

  • Rectificación

  • Cifosis 

  • Escoliosis 

  • Lordosis

  • Estenosis 

  • Hernias y problemas de disco intervertebral

  • Problemas de la raíz nerviosa 

 

 

 

Actualmente existen distintas alternativas para poder sobrellevar el dolor de una patología, al alcance de todos, que nos permite auto- medicarnos. Entre las formas principales, se encuentran los analgésicos (las medicinas para el dolor) de venta libre y el reposo. Sin embargo, las medicinas no se pueden tomar por tiempo indefinido y pueden tener efectos no deseados, mientras que el reposo prolongado tampoco es aconsejable en un cuerpo que, probablemente, se encuentre dolorido por el sedentarismo y la falta de movimiento, esto no es aconsejable.

Lo aconsejable para afrontar el dolor, son la medicina alopática, homeopatía, acupuntura, osteopatía, quiropraxia y los masajes.

El yoga puede complementar a todas otorgando una gran alivio al dolor y potenciando al alternativa elegida, ya que aborda la problemática en forma holística con resultados que pueden manifestarse en varias ocasiones en periodos muy cortos de tiempo.

 

Esta disciplina ha existido desde hace miles de años y ha ayudado a incontables personas con sus problemas, tanto físicos, como mentales. Es posible que haya otros ejercicios para tonificar los brazos, abdominales, o las piernas, pero el yoga es la disciplina esencial para poder desarrollar una columna vertebral fuerte.

 

El yoga es muy beneficioso para la espalda en general, aumentando la higiene postural en todo su conjunto, el dolor, disminuye, reduciendo la mala postura o la falta de alineación de la columna vertebral .Los médicos han descubierto que el yoga, es más eficaz que los ejercicios regulares para la espalda, especialmente con pacientes que sufren de dolores lumbares.

 

Gracias a la práctica asidua de yoga, asanas (posturas) y respiración, se fortalecen los músculos profundos de la espalda, permitiendo que esta se recupere, reduciendo notablemente el dolor.

La columna vertebral, mejora en gran medida, a través, del proceso de estiramiento y relajación, recuperando su flexibilidad.

 

Durante la sesión se abren articulaciones se estiran tendones, músculos, y también se flexibiliza y amplia la pelvis ayudando a reducir el stress en la espalda baja. Además el estiramiento ayuda a que la sangre fluya más libremente, mejorando la circulación sanguínea en las zonas donde se concentra el dolor. También se incrementa la circulación de fluido espinal por toda la columna, lo cual contribuye a una mayor claridad mental.

En muchos libros de yoga se comenta la profunda relación que existe entre la flexibilidad mental, y la flexibilidad en la columna vertebral, ya que ambas funcionan, juntas, en equipo y cuando este equipo ya no funciona como tal, es cuando comienzan los desajustes, el desequilibrio o la enfermedad.

 

Gracias al gran numero de posturas que se realizan en la clase, se promueve, no solo el equilibrio físico, y mental, también gradualmente se comenzarán a notar los logros de la practica, la cabeza comenzará a estar alineada y alta, en armonía con los hombros y la pelvis, todo el cuerpo sentirá una mejora sustancial, una sensación que quedará grabada para siempre en la memoria corporal, ya no querrá volver incurrir en el dolor jamás.

 

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